La revolución de la 'slow fashion' | La Verdad

2022-05-20 19:31:07 By : Mr. Michael Zhang

Esta es tu última noticia por ver este mes

¡ÚLTIMOS DÍAS! ¡Esta primavera... 3 meses por solo 9,95€! Descubre todas las ventajas de la suscripción

¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión

Te quedan noticias por ver en este mes

Te queda 1 noticia por ver en este mes

¡ÚLTIMOS DÍAS! ¡Esta primavera... 3 meses por solo 9,95€! Descubre todas las ventajas de la suscripción

¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión

Pase final de los maniquíes de Monroe con carteles reivindicativos de Fashion Revolution Day, en el Cuartel de Artillería de Murcia. / Guillermo Carrión / AGM

Con Libros Traper@s –de segunda mano– y rosas textiles de El Costurerico, azules y amarillas, para colaborar con Ucrania, arrancó el Día de San Jorge. El Colectivo Modalogía y casi medio centenar de entidades, asociaciones y particulares escogieron fecha tan señalada en el mundo de la cultura para celebrar el Día de la Revolución de la Moda (Fashion Revolution Day) en el Pabellón 2 del Cuartel de Artillería de Murcia. Una jornada reivindicativa y festiva que ni el implacable viento –las actividades previstas en el exterior se tuvieron que celebrar bajo techo– pudo frenar.

Cientos de murcianos se resistieron a la llamada de los pitos sardineros y acudieron a la cita con una propuesta ciudadana, sostenible, diversa y feminista –la mayor parte del equipo de organización y de participantes eran mujeres– que hizo bandera del consumo responsable, la reutilización y el reciclaje como herramientas para combatir las condiciones precarias de los empleos de la industria de la 'fast fashion', el excesivo consumo de recursos –«2.700 litros de agua son necesarios para fabricar una camiseta de algodón y 7.500 para unos vaqueros», apuntan las profesoras de la Facultad de Economía y Empresa de la UMU Mari Carmen Puigcerver y Matilde Lafuente– y la generación de vertidos –es la segunda industria más contaminante, tras la petrolera, a nivel mundial, vierte el 20% de las aguas residuales y emite el 10% del CO2, lo mismo que toda la UE–.

Participantes en la mesa redonda sobre 'Alternativas de consumo. Construyendo ciudadanía'. / Guillermo Carrión / AGM

Con mesas redondas, charlas y talleres, Fashion Revolution Day hizo «campaña por el cambio» y propuso alternativas al consumo excesivo de textil, sin renunciar a la moda que, como rezó el manifiesto, «nos encanta, pero no queremos que nuestra ropa explote a la gente o destruya nuestro planeta». Y, precisamente, eso fue lo que propuso esta novena jornada, con un amplio mercadillo de productos artesanos, nacidos del reciclaje y la reutilización de desechos, convertidos en objetos nuevos y atractivos con muchas vidas 'fashion' por delante.

Carteras y monederos de Treze con Z, miembro del colectivo Mujer Artesana, confeccionadas con piel reciclada de desechos de la industria. / Guillermo Carrión / AGM

Entre los participantes en esta feria alternativa, se encontraban las nueve integrantes del colectivo Mujer Artesana: la bisutería de fantasía de Gazuzu, que transforma cámaras de ruedas de bicicletas pinchadas en pendientes y colgantes para embellecer el día a día, y las anillas de las latas en abalorios llamativos; Treze con Z y su colorista marroquinería salida de los desechos de la industria de la piel; las piezas «exclusivas» de barro vidriado de Vodorm; las ilustraciones y diseños proveganos de Mamma Green; los bolsos, pendientes o maceteros de macramé y las estampaciones artesanales de Acosicahecha; las coloristas telas ghanesas, senegalesas y marfileñas con que Amafrica customiza cajas o libretas, y fabrica turbantes para ayudar a mujeres africanas a sacar adelante y promover sus propios proyectos; los collage decorativos que Santa Patrona crea a partir del aprovechamiento de revistas y periódicos ya impresos; las bolsas reutilizables a partir de tejidos sostenibles que confecciona Ecko-Ya; y los jabones artesanales de Tiger Lily.

El equipo al frente del proyecto El Costurerico, de Proyecto Abraham, junto al puesto instalado en el mercadillo. / Guillermo Carrión / AGM

El espíritu colaborativo, muy presente en la filosofía de la Revolución de la Moda, quedó patente en los proyectos expuestos por Proyecto Abraham, como El Costurerico, que llevó un amplio abanico de sus confecciones a base de vaqueros, fundas de sofás, cortinas y retales reciclados: bolsos, mochilas, estuches, monederos, delantales, neceseres, chalecos, cojines... Y, entre su oferta, estampados caballitos de mar con los que recaudar dinero para proyectos ambientales en el Mar Menor y rosas solidarias para ayudar al pueblo ucraniano. No hay que olvidar, recuerda Felicia Cano, que «en el ADN de Proyecto Abraham está ayudar a la reinserción social a personas desfavorecidas y a mujeres en situación de vulnerabilidad, y también el cuidado medioambiental». Y avanza, antes de que comience el taller para sacar el máximo partido a un vaquero que ha quedado en desuso, que con los fondos que obtienen también ayudan a sus trabajadoras a emprender sus propios proyectos empresariales y de vida. «Este lunes 25 llevamos a desfilar a la Circular Sustainable Fashion Week de Madrid los nueve diseños de la 'Acid Collection', que realizamos a raíz de un concurso de diseño y confeccionamos a partir de una lona donada por Estrella de Levante y vaqueros 'upcycling'», adelanta orgullosa Felicia.

Varias asistentes participan en el taller de turbante africano organizado por Amafrica en el exterior. / Guillermo Carrión / AGM

La diversidad tuvo un papel destacado en esta cita ciudadana, que quedó especialmente patente en el 'Ballroom', a cargo de la Agencia Monroe. Un desfile de moda, que no podía faltar, en el que brillaron los 'looks' alternativos de Traper@s de Emaus y Proyecto Abraham. El desfile acabó con los maniquíes, «de todas las razas y tallas», destacó el animador del evento, portando pancartas que pedían tolerancia con la diversidad sexual y de género, y reflexión sobre cómo y dónde se hacen los productos que consumimos, al tiempo que animaba a la sociedad con tres palabras: «Pregunta, descubre, actúa».

La música, la poesía para la revolución de Antoni Sanchiz, las esculturas de textiles reciclados, ramas y vegetales vivos de 'Floresta Polimorfa', de Eva Santos, la comida sostenible de Orgranico y las 'estrellas' en su punto de frío llenaron de vida una animada y pacífica revolución que pidió espacios públicos para crear sinergias ciudadanas y promover otros modelos de sociedad, porque, convinieron participantes en mesas redondas y debates, «otra Murcia mejor es posible».